Las Navidades han sido siempre una de mis épocas preferidas…
Recuerdo con mucho cariño esos días sin cole con los viajes a casa de mis primos en Madrid o las Navidades en el pueblo siendo mis primos los que venían a casa.
Y… ¿Por qué te cuento esto?
Porque lo habitual, es que una quiera repetir los recuerdos bonitos y evitar los malos. Por eso, nuestras navidades tienen mucho que ver con nuestra historia familiar…
Navidades inolvidables…
Recuerdo que éramos unos 15 ó 16 de los cuales, 8 éramos niños… Mis padres y hermanos, mis tíos y primos y la hermana y los padres de mi madre.
Recuerdo las risas, el ruido, la música, quedarnos despiertos hasta tarde y, sobre todo, recuerdo que hacíamos concursos y bailes, una de mis tías siempre llevaba preparado algún “premio” para después.
Los mayores, se quedaban despiertos hasta muy tarde porque no había suficientes camas y dormíamos por turnos… A los niños, nos mandaban a dormir primero, aunque nos “rebelábamos” y jugábamos al otro lado de la puerta, tratando de no hacer ruido para que no nos pillaran, eso era lo más divertido!!!
¿Reyes Magos o Papá Noel?
En casa, hemos sido más de reyes que de papá Noel. Poníamos el belén y también el árbol.
En cuanto a saber quiénes son los reyes magos, tengo recuerdos borrosos de la época al igual que no recuerdo a qué edad lo “descubrí” porque la sensación que tengo, es de haberlo sabido siempre.
Nuestros padres, escondían siempre los juguetes debajo de la cama o incluso en la casa del vecino, pero lo sabíamos. De hecho, las noches anteriores a los reyes, mis hermanos mayores y yo buscábamos por toda la casa a ver si los encontrábamos, era un juego ¿tú también lo hiciste ??
Recuerdo que, siendo ya un poco mayor, me encantaba ir con mis padres a comprarlos. Íbamos del pueblo a Madrid y me llevaban con ellos a @elcorteingles o @galeriaspreciados y podía subir y bajar en las escaleras mecánicas (Uff, eso me hace pensar cómo ha cambiado todo desde los 80’s ?).
Al ir con ellos a comprar los regalos y seguir queriendo tener la “ilusión”, era mi madre quien envolvía mis regalos y luego los escondían por casa.
Recuerdo varias veces despertarme cuando los “reyes” estaban dejando los regalos a los pies de la cama… A veces me hacía la dormida, otras esperaba a que se fueran, me levantaba y tocaba los regalos para volver a la cama y dormir un poco más, otras directamente era mi madre la que me mandaba a dormir ?.
Ya por la mañana, buscábamos todos los juguetes por la casa y los abría junto a mi hermana. Era tan bonito ver su cara de sorpresa (y la mía fingiendo… Seguro que hubiera ganado el Óscar a la Mejor Actriz Revelación!!! ?)
Con estos recuerdos…
¿Cómo creéis que es hoy en día la Navidad en mi casa, con mis hijos?
Pues efectivamente, hay tradición. No recuerdo en qué momento, pero mis hijos, con 11, 8 y 5 años, ya saben quiénes son los “reyes magos” y no han perdido la ilusión.
¿Cómo les dije a mis hijos que no existen los reyes magos ni papá Noel?
¿Me veis acaso como Cruella de Vil ???? Realmente NO se lo dije…
De manera natural, fue saliendo y, un día, uno de mis hijos se hizo la pregunta:
Pero… ¿Es verdad? ¿Es posible?”
A lo que sólo contesté:
¿Tú qué crees?”.
Uno de ellos, dijo que no, que no podía ser. Otro, me pidió “explicaciones”:
Pues verás hijo, hay gente que cree que todo esto pasó, que nació un niño llamado Jesús y unos reyes de oriente… Aunque hay otros que no creen en Jesús y piensan que es libro, un cuento cómo otro cualquiera…”
Y el más pequeño me dijo, teniendo 3 añitos:
Pues yo sí creo, porque vi a Papá Noel en casa de los yayos (un primo mío se disfrazó)”.
Y.. ¿Sabéis que le contesté? Pues que si eso era lo que él creía, estaba bien… Ahora tiene 5 años y me dice:
Mamá… ¿Sabes que hay niños de mi clase que dicen que Papá Noel existe?”
A lo que le he dicho que tiene que dejarles creer en lo que ellos quieran…
Hay muchas mamás, amigas, que me dicen con miedo:
Pero, a ver si tu hijo va a decir algo al mío, que no diga nada!”
Y pienso ¿quién está dando el mensaje equivocado? ¿Quién miente o quién dice la verdad? Y… ¿Por qué lo argumentamos diciendo que es una tradición?
Unos niños lo descubren antes y otros después, con lo cuál es una “mentira” con fecha de caducidad y, además, nunca sabes realmente cuando acabó. Muchos padres con hijos de 7 u 8 años me dicen:
Aún no sabe nada…”
Te diré que en un 99% de los casos lo saben… La mayoría ha visto Harry Potter, Sólo en casa, Bob Esponja… Y se plantean lo que es posible y lo que no. Cuando empiezan con sus dudas, si acuden a ti, trasmíteles la verdad.
Y si no han acudido a ti, pregúntate por qué no lo hacen… En muchos casos los niños han “aprendido” que saber la verdad puede ser motivo para dejar de tener reyes.
Tú sabes que no será así, pero ellos no.
Entonces… ¿Qué hacemos? ¿le contamos la verdad a los niños y les “chafamos” la Navidad?
¿Por qué mantengo esa tradición? Porque así la viví y he asumido que si le digo a mis hijos la verdad, ¿acabo con la magia? Y también acabo con esa atmósfera de “miedo” de chantaje, del “tienes que portarte bien porque sino olvídate de regalos.” Como dice la canción “Santa Claus is coming to town” y él lo está viendo todo…
Lo negativo a no decir a nuestros hijos quiénes son los Reyes Magos o Papá Noel:
- Tarde o temprano tendremos que hacerlo.
- ¿Cómo vamos a justificar que les estamos mintiendo?
- ¿En qué momento les diremos la verdad?
- ¿Cómo se lo pueden tomar?
- ¿Hasta qué punto les estamos haciendo un bien a ellos y no a nosotras?
- ¿Qué les aporta esa mentira?
- Es fácil recurrir al chantaje “pórtate bien que si no…”
- La mentira cada vez se hace mayor cuando hacen preguntas.
- Estamos en tensión porque no nos descubran.
Lo positivo de decir “la verdad” a nuestros hijos sobre quiénes son los Reyes Magos o Papá Noel:
- Mostrar que la Navidad no es razón para que haya “engaños”.
- Que tus hijos sepan que nunca les vas a mentir u ocultar información.
- Qué vivir la Navidad, sabiendo que la magia esta en nosotros y que todos podemos contribuir (¿sabes lo bonito que es, cuando tus hijos también se esfuerzan por hacerte un regalo y que lo recibas “por sorpresa”?), es uno de los mejores regalos que puedes hacer para el recuerdo de tus hijos.
- Los niños no se enfocan tanto en pedir.
- No se preocupan de si tienen que portarse bien o mal para recibir regalos (no se trata de premios o castigos).
- No tenemos miedo de que se puedan enterar.
- Disfrutamos de crismas, cabalgatas, etcétera, sin miedo y sin preguntas que no sabríamos cómo responder.
- Es una época más en la que la familia y el respeto son lo primero, y es lo que hacemos: trasmitirles la idea de qué es la Navidad abiertamente.

Aunque esta, es mi visión particular… Vívela como más te apetezca. Esa ilusión de “que no nos pille”, “que no se entere”, “a ver qué cara pone” es también muy bonita, aunque yo sigo pensando que es más para el adulto que para el niño, y eso también está bien.
Gracias por leerme, te deseo de corazón….
¡¡¡Feliz Navidad!!!