Cómo afectan las etiquetas a tus hijos

En este post voy a mostrarte a modo de ejemplo con una historia de hermanos gemelos porqué evitar etiquetar a tus hijos.

La historia de los hermanos gemelos y las etiquetas…

Cuando yo era pequeña tenía 2 amigos que eran gemelos. Para diferenciarlos le llamábamos el gemelo bueno y el gemelo malo. Curiosamente uno de ellos tenía una cicatriz en la cara ¿cuál de los dos crees que era que el que tenía la cicatriz? efectivamente, era el gemelo malo el que tenía una cicatriz en la mejilla…  ¿se la había hecho con la puerta de un coche? pues no, se la había hecho su hermano el gemelo bueno.

La gente sin embargo no los diferenciaba por la cicatriz, es más, cuando decían lo de la cicatriz añadían que era “el malo”:

-¿Con quién has quedado?
-Con el de la cicatriz.
-Ahh… el malo…”

Curiosamente “el gemelo bueno” hacía todo lo posible por ser bueno, contentar a sus padres, complacer a todos… Y, a ojos de sus padres incluso de los amigos, era siempre “el bueno”, no se metía en problemas, trataba bien a todo el mundo y es que él era el bueno.

Su hermano, el “malo”, por más que intentara hacer las cosas bien, daba igual, su hermano siempre iba a ser mejor, entonces hacía justo lo contrario o se comportaba como quería, sin tener en cuenta si era bueno o malo (el papel de malo ya lo tenía) y le costaba mucho menos complacer a la gente, ya que lo que la gente esperaba de él es que fuera menos bueno que su hermano.

Pasaron los años y el gemelo bueno formó una familia, es padre, con dos hijos maravillosos y vive feliz con su mujer. En cambio, el gemelo malo sigue buscando su sitio, sin tener una pareja estable y con relaciones con mujeres que ya tenían una familia previa.

¿Qué les pasa entonces a nuestros hijos cuando usamos etiquetas con ellos? ¿porqué siempre que tenemos más de un hijo comparamos? Y es que sale de manera tan natural…  ¿cómo sabes que existen las cosas buenas? porque existen las malas.

35 años después, es decir, hoy, el panorama no es mucho más alentador:

Niños pesados, torpes, caprichosos, desobedientes, cabezones, quejicas, llorones…”

Y así una larga lista…

No somos conscientes del impacto en nuestros hijos, pero quizá si nos paramos a pensar en el impacto que hizo en nosotros esa/s etiqueta/s, podamos ponernos en la piel de nuestros hijos y minimizar los efectos negativos.

¿Somos conscientes de lo que nos marcaron? Etiquetas que sirven para eso, para marcar, encasillar y dirigir… Me refiero a etiquetas tanto “POSITIVAS” como “NEGATIVAS” y las pongo entre comillas porque nunca sabemos cómo puede una etiqueta ser valorada por un niño.

Oigo cariñosamente a padres dirigirse a sus hijos llamándoles cabezón, melón, llorón y un largo etcétera… Y resulta que la mayoría de las veces son… “¡¡¡apelativos cariñosos!!!” Así nos encontramos con padres que a uno de sus hijos le llaman “campeón” y al otro “ratón”; mi “princesa” y mi “gamberro”…

Etiquetas en los niños

¿Notas tú alguna distinción en esos “apelativos cariñosos”? ¿Crees que alguna de ellas marca? Seguramente los dos hijos lo sientan como un apelativo cariñoso…. ¿Puede que alguno de los hijos lo sienta como una desventaja a los ojos del padre?

Las etiquetas tienen un impacto muy grande en los niños y se van arrastrando hasta la edad adulta. Son muchos los padres que en los talleres verbalizan cómo les hacía sentir ese “apelativo” y los recuerdos que aún despiertan en ellos.

No se trata de NO decirles nada a los niños, de no usar con ellos palabras, apelativos cariñosos… Sino de tener en cuenta el contexto y el efecto que pueda tener.

Es como cuando los padres eligen nombre para sus hijos y tienen en cuenta los apellidos, en cómo sonará, en cuáles serán sus siglas… Pequeños detalles que se miran con cuidado.

Cuidar la infancia y mirarla con los ojos de futuro, al fin y al cabo nuestros hijos serán los adultos del mañana.

Espero que este artículo sobre las ETIQUETAS te sea de utilidad y te animes a probarlo por ti mism@ en tu hogar. Si tienes dudas o alguna pregunta, escríbelas al final de este post en los comentarios y te responderé lo antes posible. Te deseo lo más Positivo 😉

¿No te funciona lo que haces a diario con tus hijos? ¿Quieres cambiar tu forma de ver la crianza y la educación?

Si quieres aprender más sobre la Disciplina Positiva, conocer su método y técnicas y aplicar sus herramientas apúntate a alguno de nuestros talleres, comprobarás como sí existe un método que funciona. 😉

4 Replies to “Cómo afectan las etiquetas a tus hijos”

  1. Hola Diana buenos días!!!!!! Me ha encantado tu nuevo post, precisamente tengo dos mellizas en clase y en la reunión que tuve con los padres tratamos ese tema ya que claramente las etiquetan toda la familia.

    Emma es la “artista” canta, baila, y monta el espectáculo de monerías y mientras, Clara se queda a un lado porque no se le da tan bien.

    En fin, no somos conscientes de lo que podemos generar con el tiempo, ahora Clara no quiere participar en el baile que estamos preparando para el festival… se niega.

    Mar (maestra educación infantil)

    1. Hola Mar,
      Estoy encantada que compartas con nosotr@s tus experiencias como docente, en efecto, no se saben los efectos “adversos” de estas etiquetas en el tiempo hasta que se ven, aunque nunca es demasiado tarde para evitarlas y corregirlas…
      Ánimo y un abrazo, tu labor es de lo más importante en el crecimiento de los niñ@s!

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