Ayudaaa!!! Tengo un adolescente en casa y ahora… ¿qué hago?
Pasa el tiempo… de repente, sin esperarlo te acabas de dar cuenta de que sois uno más en la familia, o que tienes un nuevo inquilino viviendo en tu casa. Y tras unos días de sospechas, en los que te preguntas ¿porqué a mi? ¿Que he hecho yo para merecer esto? te das cuenta de que tu hijo o hija ha dejado de ser esa persona tan adorablemente infantil y pequeña para convertirse en adolescente.
Tranquil@, no estás sol@, los cambios durante la adolescencia son algo por lo que hay que pasar… sin más.
¿Cómo sé cuándo son adolescentes?
En primer lugar veremos qué indicios te muestran que ya tienes un preadolescentes o adolescente en casa y en segundo lugar lo qué le está pasando.
Si tu hijo tiene entre 12 y 24 años, estás de enhorabuena, comienza la adolescencia. Periodo en el que, tradicionalmente, se pensaba nuestros hijos eran presa de sus hormonas disparadas haciendo de ellos verdaderos locos o que se les fuera la cabeza… pues bien, hoy día, gracias a avance de la neurociencia sabemos que hay cambios si, pero estos vienen promovidos por una alteración del desarrollo del cerebro.
Durante la adolescencia se dan dos tipos de cambios, por un lado, los cambios corporales y emocionales y por el otro, un alejamiento de los padres, con un acercamiento entre iguales (amigos) y tratando de hacer las cosas de manera diferente.
Desde un punto de vista cerebral durante la adolescencia se produce un aumento en la liberación de dopamina, causante de que los adolescentes se sientan atraídos por experiencias emocionales y sensaciones muy estimulantes. Así mismo se produce un aumento de los circuitos neurológicos que utilizan la dopamina.
Lo importante de conocer cómo funcionan nuestras conexiones neuronales, es que ellas van a definir cómo pensamos, cómo razonamos y cómo tomamos decisiones y, sobre todo, cómo nos sentimos.
En esta etapa la mente empieza a explorar, ha hacerse preguntas sobre la vida, la amistad, los padres, el todo…
Una de las mejores lecturas que te recomiendo es el texto de David Siegel “Tormenta cerebral” donde puedes ampliar tus conocimientos acerca del cerebro de tus hijos.
Manual de Instrucciones del Adolescente
Ahora que sabes cuándo tienes tu adolescente en casa, vamos a ver el Manual de Instrucciones para entender lo que realmente quiere decirte.
PRIMERO: lo que te dice… Lo racional, lo que verbaliza:
•Me agobias, me rayas…
•No aparezcas, no vengas a verme…
•Ignórame, pasa de mi…
•Me estás controlando, deja de controlarme…
•No me toques, qué haces…
•No me corrijas…
•Haré lo que yo quiera, que me dejes…
•Cuánto preguntas, no me preguntes…
SEGUNDO: lo que realmente siente… Lo emocional:
•Pero escúchame…
•Pero estáte allí, que yo te vea, pero sin verte…
•Pero no me dejes sólo en casa…
•Pero ocúpate de mi…
•Pero quiéreme…
•Pero oriéntame…
•Pero márcame el camino…
•Pero interésate por mí…
Esta es la conducta paradójica del adolescente. Lo que nos verbalizan nada tiene que ver con lo que realmente sienten, pero si les hacemos caso en lo que nos han dicho, no estaremos educándoles, siguiéndoles, ejerciendo de apoyo, de orientación, en una de las épocas más difíciles de la vida, la adolescencia.
Lo que te dice tu adolescente, no tiene nada que ver con lo que realmente siente… Recuérdalo”.
Los hijos necesitan lo mismo que venían necesitando desde hace 12-14 años, pero de otra forma. Tu hijo sigue necesitando que le escuches, que le alientes, que te intereses por él, pero en el proceso en el que está inmerso, no va a poder permitir que lo hagas como hasta ahora.
Tú no cambias, pero ellos sí. Es necesario, es ley de vida y si aprendes a no tomártelo como algo personal, sino como una etapa o como un momento de su vida que va a pasar, podrás entenderle y atenderle para en vez de preocuparte de él y ocuparte de él.
Desde la amabilidad y la firmeza. Entendiendo por amable el amor la ternura, la aprobación, el aliento y la validación… y a la vez, al mismo tiempo, con firmeza. Entendiendo la firmeza como la puesta en marcha de límites y normas. Creando acuerdos, negociando, dejando de controlar desde el miedo.
Pero… ¿Por qué es tan importante la combinación de estos dos factores?
Porque si educamos desde sólo el AFECTO, tendremos niños protegidos, adolescentes tiranos y adultos débiles; si educamos sólo desde la AUTORIDAD, tendremos hijos resentidos, duros a la hora de actuar de adultos.
Y en tu casa… ¿tienes ya adolescentes? ¿qué dudas tienes? cuéntanoslas en los comentarios…
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Psicóloga, Educadora Certificada en Disciplina Positiva para Primera Infancia, Aula, Familia, Pareja y Empresa. Fundadora de InfanciaenPositivo.com, ante todo, Madre.
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